La puerta está abierta....

Por si alguien decide entrar, por si alguien quiere decir algo...la puerta está abierta. No se mé ocurre otra forma mejor de empezar que dejar que corra el aire.

Pensamientos para digerir

En las cocinas hemos aprendido útiles lecciones, sobre todo para vivir. En ellas nuestras madres, abuelas y en general las mujeres que las han habitado, nos han ensañado normas de convivencia, de educación y de otros aspectos de la vida. También es un buen lugar para las conversaciones íntimas, para las risas, para las lágrimas, sin olvidar que nos acerca a esa buena costumbre de la hospitalidad, un vino, un pedazo de queso, un poco de salao...aunque sea un poco de agua fresca. Por eso y por mucho más me gusta escribir desde la cuina, porque es el sitio de mi casa que más me gusta








jueves, 13 de noviembre de 2014

Hablando con mi rabia

Vuelvo a las letras porque son mi mayor vicio.
Siempre acudí a ellas inspirada por sentimientos de alegría, bondad, felicidad....
¡Cuanto más inspira la rabia, la ira...!

Tantas veces oí decir que tenía un buen carácter y yo, que vivo piel adentro,
me encogía de hombros. Ahora he encontrado su traducción.
Llamaban buen carácter a un, tal vez excesivo, control sobre estas emociones

¡Cuantas veces me he ido a pasear,
porque el corazón había empezado a palpitarme muy deprisa,
la sangre a golpear mis sienes
y sentía unas ganas insoportables de abrir la boca y herir con mis palabras en lo más hondo,
allá donde luego es difícil curar.
De machacar, de hundir...casi de destruir.

Es humano que lo injusto despierte el enfado,
más no se si la cólera nos lleva a algun buen puerto.
Y me pregunto si las demás personas también sufren estos ataques,
que te dejan baldada, agotada, casi exhausta o si nací con exceso de rabia,
o se quedó prendida en mi piel en la infancia. 



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